Mi cuarto día en Guatemala:he llorado de tristeza, de felicidad; he rezado por tanta gente desconocida más que en cualquier otra parte de mi vida, y he quedado enferma.Brevemente,de toda las cosas bonitas que he experimentado aquí, la comida no le cayó igual a mi pansita que a mí y estuve malita todo el día anterior 😦 afortunadamente, me siento mil veces mejor, y ahora puedo contarles sobre mis aventuras 🙂
En nuestro día segundo de estar en Guate, tuvímos la oportunidad de conocer a la organización HIJOS. Hijos son guatelmantecos dedicados a proporcionar ayuda y apoyo para las familias y afiliados de los *desaparecidos*. Los desaparecidos son los miles de personas–estudiantes, contrarios a la derecha, maestros, líderes de la resistencia, y guerrilleros –que fueron desaparecidos y asesinados durante los masacres y era del presidente Reagan. Hablamos con los muchachos sobre su lucha y su misión. Lo que nos dijeron fue muy interesante, pero lo que resalto aún más para mí fue el dicho “ni perdon, ni olvido, ni reconciliación”. Para mi, ésto me sorprendió bastante ya que yo creo, personalmente, que hay mucho que beneficiar del perdono. Pero, como lo explicaron los HIJOS: no hay cuestión de olvidar, nunca. Lo que le pasó a miles y miles de personas nunca será olvidado; el perdono, aquí es donde se pone interesante.
Para los HIJOS, no hay consideración de perdono, ¡porque no hay a nadie a quien perdonar! Los responsables niegan su involucramiento y, sin embargo, no están pidiendo perdon…entonces, ¿a quién se le perdona? Igualmente, no se ve progreso en cuanto una reconciliación en el futuro de Guatemala. Lo más triste para mí, pero aún lo más justificado: si no piden perdon los gobiernos, si no hay progreso, si no hay sanación, ¿cómo puede ver reconciliación?